domingo, 3 de agosto de 2014

EL MISMO CHARCO DE TODOS LOS VERANOS

 Dedicado a Suso Peres, el Noi de Hellín y a Rafaelo Roa.

Aquí tenemos al molt honorable Yoda, pillado por el fotógrafo haciendo un alto en el camino... hacia Andorra. La patria sí, pero primero la pela a resguardo del fisco, esos depredadores insaciables. En cualquier caso, hay que reconocer el acendrado patriotismo del Molt Honorable que se lleva el pastamen allí mismo, a la vuelta de la esquina, que al fin y al cabo Andorra es una provincia más del Imperio Barsa. ¡Que aprendan los de Madrid-Génova, mucha banderita en la pulsera y mucho himno, pero el billetamen lo colocan en Suiza.


Ejpaña (sus singularidades autonómicas-metafísicas incluídas) es un lugar extraordinario. Ya lo dijo en su día el Duque de Mambrú, más conocido como Winston Churchill, cuando reconoció que era el país más admirable de la galaxia: "toda la vida intentando destruirse y aún no lo ha conseguido". Que no se haya logrado aún, no quiere decir que no se siga intentando, por todos los medios y sin desmayo.

Mientras se consolida el Segundo Advenimiento de Una-Grande-Libre, con sus tejemanejes del BOE y el palmeteo aflamencado de judiciarios y plumíferos, la Oposisión ha elegido un nuevo lídero, llevado de la mano por la Novísima Macarena del Sur. ¡Veremos eso que cuentan de volver a la izquierda! Tendrán primero que comprarse un gps, o al menos, un mapilla. Y ya me dirán cómo sortean las barricadas de sus antiguos correligionarios cabreados y aturdidos, y de las otras tribus descontentas y apaleadas que se van a encontrar en cuanto pongan los pies en la calle. ¡También es mala suerte que aparezca un tío con el mismo nombre que el padre de la patria roja! Es como si a Putin (con perdón), le sale un moscardón testicular llamado Vladimir Ilich Lenin. Y encima ¡con coleta! Esto solo pasa en Ejpaña.

Es casi seguro que a la vuelta de la playa nos encontremos, por fin, con una propuesta gubernativa para ir de excursión al Referedum de la Independencia. Ya han llegado a un acuerdo las partes (perdón, de nuevo), respecto a los enunciados que aparecerán en las papeletas de la consulta. Habrá de dos tipos. El primero, destinado a los que se quieren ir a vivir por su cuenta. (¡Qué ya tienen edad, vamos!). Y un segundo para los que se quedan en el mismo inmueble. El primero dirá: ¿Quiere separarse de esa panda de centralistas, chulos, torturadores, ladrones e hinchas de Cristiano Ronaldo? La segunda propondrá: ¿Está de acuerdo con que se vayan de una vez a tomar por saco y nos dejen tranquilos?

Ahí al lado, en el mismo mar de todos los veranos, las tribus semitas se han lanzado de nuevo a la bestialidad y el oprobio que las caracteriza, en esa tierra llamada santa para más inri. Es la perpetuación del calvario y el retorno a la cueva, de la que no van a resucitar ni al tercer día ni en el siglo XXXV después de Gates. Por no hablar de la banda eslava matando turistas voladores para pasar el rato, mientras las impotencias occidentales le dan un cachete al aire y siguen sumando los importes de la venta de misiles y demás. 

Tal vez todo esto se solucione cuando la preclara patria barsiana haya impuesto su dominio en esa zona del planeta. Una vez olvidadas las lenguas primitivas y groseras y fenecidos sus apolillados dioses; parlando ya tots el chamulleo de las ramblas y adorando al solo dios verdadero del Camp Nou; las tribus levantiscas depondrán viejas impertinencias y desmanes y organizarán una liga panmediterránea, donde en lugar de matarse por un muro de las lamentaciones, se harán trizas por alzar el copón divino de la final de fúrbol. Dado que el que es más que un club no va a jugar, en cuanto se vaya de casa, la liga hispano-centralista, según ha anunciado oficialmente el preboste de la Federación Hispana de Balompie. 

Ya lo saben, a jugar con el Palafruguel y el Tortoset F.C., o a conquistar el mare nostrum. Pueden ir haciendo barcos, aunque sea de papel higiénico.