domingo, 14 de junio de 2015

“NO ME TENGAN MIEDO”, DICE LA ALCALDESA CARMENA

La nueva alcaldesa de Madrid, Carmena, en su discurso de investidura manifiesta que los que no la han votado no la deben tener miedo. ¡Lo cual da bastante miedo! ¿Por qué habría que tenerla miedo? ¿Porque ha dado el control de la policía municipal a Podemos; es que piensan implantar ya las checas? ¿Porque les ha concedido también el control de los servicios de participación ciudadana para que sigan extendiendo por la ciudad sus redes de reclutamiento chavista con cargo a las arcas municipales? ¿O lo que debe dar miedo es algún miembro de su equipo que se dedica en las redes sociales a hacer bromas de muy mal gusto sobre el holocausto judío? Desearle la tortura y la muerte al Sr. Gallardón, por muy mal que te caiga, tampoco parece muy apropiado de alguien encargado de gobernar un ayuntamiento democrático. 

Los resultados de las elecciones en la Comunidad de Madrid han ofrecido un resultado con un único perdedor claro: el PSOE. La presidencia de la Comunidad se la ha birlado Ciudadanos para regalársela al PP a cambio de unas migajas (¿no venían los Ciutadans de luchadores contra la corrupción? Y en la alcaldía, con el inútil del Sr. Carmona, ocurrente tertuliano al que le han dado por donde rima, no les ha quedado más remedio que regalarle el trono a los podemitas. La otra opción, dejar que gobernara la momia deslenguada, no venía al caso, evidentemente.

                                                                           ©Angelo Prey

Los sesos blandos que alaban desde el columpio esta nueva baratija de los pactos, me producen flatulencias. ¿A qué pactos se refieren? ¿Dónde está la bondad de estos pactos? Estas elecciones sólo favorecen a los recién llegados, aupados desde las vísceras -quiero pensar que no desde el entendimiento- de muchos descontentos (algunos con razones de peso, otros simplemente por seguir la corriente de moda que con tanta habilidad han vendido desde algunos centros del poder económico del país). Y estos recién llegados lo primero que han demostrado nada más llegar es que les da igual con quien pactar con tal de pillar un buen pedazo del pastel, cuando no la tarta entera. ¿En qué se diferencian, entonces, de los viejos dinosaurios?

Que hay que pactar con la repugnante casta del PSOE para quedarse con la alcaldía de Madrid, no hay problema, la verdad es que vistos de cerca no son tan malos. ¿Que hay que aliarse con los etarras para trincar una plaza norteña? Pues tampoco pasa nada, ya dijo el propio Aznar que se trataba de un movimiento de liberación. Además, los chicos de la goma 2 se han integrado en el sistema, ya no necesitan extorsionar y robar, ahora cobran del erario público que es mucho más cómodo. Los cientos de víctimas asesinadas cobardemente que han dejado por el camino ya no votan y los que les han sobrevivido tienen la memoria frágil.

En una democracia tiene derecho a concurrir a las elecciones todo aquel que cumpla los requisitos que marca la ley. La cuestión es saber si se acepta algo más que esas normas de acceso, si se cree realmente en la democracia o sólo se piensa en utilizar el sistema para otros fines. El partido Nacional Socialista, con Adolf Hitler a la cabeza, alcanzó el gobierno en Alemania a través de un plebiscito democrático. Todos sabemos lo que hicieron con la democracia y los demócratas en cuanto tuvieron la sartén por el mango.

Los antecedentes y la ascendencia de los líderes de Podemos no permiten pensar que crean en la democracia, sino que la están utilizando, de acuerdo a su ideología, claramente estalinista. Como supongo que no están tan majaras como para pretender establecer en Ejpaña la dictadura del proletariado (¿se imaginan los carrefoures y corte ingleses con los anaqueles vacíos al estilo de esos países que tanto les gustan?), es de suponer que irán templando gaitas, de componenda en componenda, según les vayan marcando desde los despachos donde les apoyan y subvencionan. Y pacto a pacto, y demagogia con demagogia, irán ascendiendo por las doradas escaleras del poder, donde se vive bastante mejor que dando clases en la Universidad. No lo tienen difícil, con echar unas migajas a la plebe para que puedan consumir un poco más, ya han cumplido. Y todos tan contentos.

                                                                          ©Angelo Prey

Como la izquierda democrática hace tiempo que está en encefalograma plano, no creo que vaya a ser capaz de reaccionar ante la avalancha que se le viene encima, que ya se le ha venido encima. Estos jóvenes depredadores de la tribu podemita, con o sin coleta, -lo más padecido a una charca plagada de tiburones blancos y pirañas-, una vez que han devorado hasta los huesos a Izquierda Unida, la van a emprender a fondo con el viejo Partido Socialista, se lo van a comer por los pies, por las orejas y hasta por el hígado. Y una vez que este partido, que con todos su errores (muchísimos) ha sido el garante de la defensa de los derechos sociales en España desde hace más de 100 años, haya desaparecido, ya se pueden preparar.


Cierta crítica sobre el peligro de la radicalización de la política española instrumentada desde el comunismo más rancio la está haciendo la derecha. Claro. Tienen parte de razón, qué le vamos a hacer. Lo que pasa es que ellos no disponen de altura moral para hacer esa crítica, porque son unos franquistas rancios, unos sacamantecas fachones, que también juegan a la democracia cuando les conviene, pero no creen en ella. Y desde esa posición putrefacta lo mejor que pueden hacer es meterse la lengua donde le rima al señor Carmona, tertuliano.

viernes, 15 de mayo de 2015

¡MÁS LEÑA AL MONO!

Según una reciente encuesta, un tanto por ciento elevadísimo de españoles cree -en pleno siglo XXI- que el sol gira alrededor de la Tierra. Perfectamente lógico, teniendo en cuenta que un tanto por ciento más que elevadísimo de españoles cree que el mundo gira alrededor de su ombligo. ¡Qué pueblo tan soez! ¡Qué gente tan bárbara! ¡Qué cantidad de pollinos!

Ahora, con las elecciones autonómicas y municipales, tenemos que tragarnos, además, la decoración callejera de un montón de jetas malcaradas y feas. Sale uno a la sucia, ruidosa, contaminada y desbaratada calle de Madrid y se encuentra de frente con el retrato de la momia. Una momia teñida de rubiata, a la que los taxidermistas no han sido capaces de ponerle en su sitio el labio de arriba, que se lo han debido de llevar a Suiza sus asesores, confundido en una de las sacas donde han apañado todo el botín de sus negocios fraudulentos, de sus rapiñas feroces. Y las santas encuestas anuncian que una mayoría de madrileños piensan otorgar su voto a la tal momia deslabiada. ¡Qué indecencia! Muchos taxistas -que en la capital del reino se han caracterizado siempre, como todo el mundo sabe, por ser más carcas que Matías el Facha-, llevan de adorno en sus, de ordinario desaseados vehículos, carteles de propaganda electoral con la foto de la momia. No seré yo quien me monte en uno de ellos. Que transporten a Tutankamon cuando venga de turismo.

                                                                                    ©Angelo Prey

En el otro extremo de la carpa del circo, los nietos de Stalin siguen conjugando el verbo Poder con la mirada puesta en los sillones que pueden quedar vacantes. Para ello, los asesores bancarios y mediáticos que les sustentan les han aconsejado que se moderen, que los ceporros patrios sólo defienden las revoluciones en la barra del bar o en las terrazas veraniegas, que luego quien más quien menos tiene el chalecito, el apartamento en la playa, los ipad, ifod, ihostias y el resto de los juguetes, y no están para que llegue un tipo que ha cambiado la perilla soviética por la coleta de Gengis Kan y les amargue la fiesta. Que de lo que se trata es de rebañar votos al verdadero enemigo histórico, el de siempre, los socialistas, que con la derecha primero se la insulta pero cuando llegue el momento se pacta bajo cuerda, como hizo el padrecito Stalin con el bueno de Adolf, que era un caballero... hasta que les metió los Panzers por el culo. Que el modelo patrio es el Anguita y el Largo de Comisiones Obreras, amantes fidelísimos del Titán de las Azores, el del labio leporino. ¡Qué de labios chupopteros!

¡Lejísimos queda ya la época donde la socialdemocracia europea construyó un espacio común de libertad y justicia social! En el museo se pueden contemplar los objetos descoloridos del Estado de Bienestar. ¿Que era incompleto y con bastantes defectos, que dejaba fuera a medio mundo? De acuerdo. Será mejor el aquelarre de ahora, donde la ley de la jungla se ha impuesto de arriba abajo. Donde la bestialidad ha sustituido a la cultura, donde los más canallas son los que medran, a costa de la pobre gente. 

                                                                                   ©Angelo Prey

Los primeros culpables de esta pérdida irreparable son los propios partidos socialistas que han abandonado sus ideales fundacionales, que se han dejado infiltrar por sabandijas trepadoras, innobles tipejos y tipejas, con menos cerebro que un mosquito, pero con unas zarpas y unos colmillos descomunales.


¿Pesimismo? Por supuesto. No olviden que un genuino pesimista es un optimista bien informado.

viernes, 6 de febrero de 2015

La reforma moral y social pendiente

Hace unas semanas, en la sección de cartas al director de un periódico de tirada nacional, una mujer llamada Patricia escribía esto: Yo he sido uno de muchos jóvenes obligados a darse de alta como falso autónomo, con ingresos bajos y una dependencia total del empleador. Sin poder optar a otro trabajo, aguantando lo que me echen, que te paguen en negro, que te exijan mucho más por menos. Después de todo esto, ¿que roban los políticos?, no lo veo tan extraño si en España cada uno roba en su medida. Lo que hace falta en España no son nuevos políticos, sino una reforma moral y social de los españoles. Un cambio en nuestros valores y eso solo se hace con educación.

¡Una reforma moral y social de los españoles! Patricia: quién quiera que seas y estés donde estés, mi más completo acuerdo. Pero, lo que estás planteando es la revolución. ¿Lo sabes, no? ¿Eres consciente de ello? La revolución que no se ha hecho jamás en España, ni siquiera en pequeña medida y tan parcial como las circunstancias históricas lo permitieran: la “revolución de la Ilustración”. España, por el contrario, es la patria del oscurantismo, de la contrarrevolución, de la contrarreforma, del los unos contra los otros, y del dar por culo.

Y para no hacer la revolución, aunque sea con minúsculas y en plan modesto, los viejos y nuevos tahures nos siguen bombardeando con sus apestosas, mentirosas, falaces, propuestas políticas. La derechona posfranquista, acosada por los cuatro costados por Alí Baba y los cuarenta mil ladrones. El centro izquierda socialista dedicado a su tradicional y preferido entretenimiento: mirarse el ombligo y pelearse entre ellos. Y la llamada izquierda-izquierda comida por los pies por sus propios camaradas, las juventudes estalinistas, más los refuerzos chavistas y unos cuantos infiltrados cualificados de Falange y aledaños. 

Marat en su blog opinaba recientemente: Lo cierto es que “la nueva política” de Podemos tiene un estomagante hedor a cañerías atascadas. Oligarquía interna de Podemos, centralización del poder, acceso al sanedrín circular o a los vicerreinatos locales en función a la fidelidad inquebrantable al líder espiritual y político, listas plancha, ciberactivistas que sólo cuentan para pagar crowdfundings y otras donaciones, aplaudir las ocurrencias de los líderes y hacer los bises en las redes sociales, denuncias y luchas internas de poder en los vicerreinatos que, en ocasiones, son más bien reinos de taifas, pasteleos internos para ocupar puestos, palabrería hueca de contenidos, búsqueda permanente del titular que lleva a improvisar diciendo la primera tontería que aflora a la mente, dirigentes mediocres, pucherazos en elecciones a cargos en los círculos locales… 


                                                                                 ©Angelo Prey

¿Reforma moral y social planteaba Patricia? ¡¡¡Ja, ja ja, ja!!! ¡Que me parto en cinco cachos! ¡Que se me escapan corriendo las muelas del juicio! Menuda reforma moral y social proponen los recién llegados. ¿Su nuevo modelo es el que ha implantado en su pueblo doña Tania, la candidata a un puestazo en Madrid: el reparto de prebendas municipales entre familia y amiguetes, sin sacar la contratación a concurso público? ¿O los 400.000 eurazos que le ha endiñado al "nuevo Beria" el Estado Bolivariano Revolucionario de Venezuela, no se sabe muy bien en qué concepto? ¿O la pastaza que viene cobrando el líder (perdón ¡¡¡EL LIDER!!!) por los programas de telebasura donde participa y no declara a Hacienda? ¿Pero no era eso mismo de lo que les acusan a la “casta del PP y PSOE”? ¿No es precisamente eso lo que dicen que van a eliminar cuando ganen la elecciones? ¡Ya te veo, Timoteo!

¡Qué torpeza la mía, ahora caigo! Es que ellos son gente y los demás somos casta. ¡Ya está todo aclarado! La gente no roba, hace reparto social. La gente no miente, engaña, tergiversa, estafa; es la casta que les tiene manía y saca las cosas de sitio.

Por cierto, ¿a qué telegénico universitario genio de la botella se le habrá ocurrido eso de la gente. Los que hayan nacido de los años 60 para atrás recordarán a un apestoso grupo de música, una panda de pesados llamados ¡Viva la gente!, una peña infecta y soez que nos cantaban unos himnos chorreantes de la “chispa de la vida”, donde se oían cosas como estas:

¡Viva la gente!
la hay donde quiera que vas
viva la gente
es lo que nos gusta más
con más gente a favor de gente
en cada parte y lugar
habría otro mundo distinto…

Mi disco duro (el de la memoria) no guarda más archivo, afortunadamente. Pero la cancioncita seguía con estrofas por este estilo. ¡Deprimente! Los progres de la época (esos mismos que ahora son más fachas que Ramiro Ledesma Ramos) decían que ese grupete monjil era de la CIA. Aquellos pobrecitos tontainas veían a la CIA hasta en los pedos que se tiraba la taquillera del cine de barrio. No se si serían de la CIA o de la TIA, lo que sí eran unos plastas. Y estos de la gente de ahora, unos listillos, además de unos analfabetos funcionales. (Se puede haber ido a la universidad y seguir siendo analfabestia). 

En un blog de un periódico de gran tirada, un comentarista apunta lo siguiente:

Para analizar un fenómeno político como el de Podemos debemos de buscar respuestas a preguntas como: ¿Por qué sé produce? ¿Cuál es su ideología?... ¿Quién lo financia? ¿Para que surge, con qué objetivos?... Podemos surge de un proceso de manipulación política de la sociedad española... un oculto proyecto político liderado por sectores de las elites dirigentes de la derecha española, afines al Partido Popular, aunque no solo, pues es evidente que a dicho proyecto también se han sumado sectores de la izquierda. 

Podemos todavía no gobierna en ningún sitio en España, todavía no tienen un solo diputado, ni un solo concejal, a pesar de ello sus dirigentes disfrutan de un injustificable e insólito apoyo mediático, sin precedentes en la historia de la política tanto nacional como internacional… Apoyo mediático que encubriéndolo bajo la intención de realizar critica política le dan cadenas como 13tv, de la Conferencia Episcopal, ante lo que debemos preguntarnos ¿Dona el Estado español a la Iglesia Católica, a la Conferencia Episcopal, dinero para que ésta pueda tener una costosa cadena de televisión dedicada principalmente a la propaganda política, para más inri de Podemos?

 Podemos buscar crecer electoralmente oponiéndose cínicamente a una casta política de la que recibe un fuerte apoyo y financiación, y a la que siempre han pertenecido… El sábado pasado (en la Puerta del Sol de Madrid), los dirigentes de Podemos hablaron de cambio, pero al único cambio al que se refirieron es al consistente en que ellos sustituyan a los que hoy gobiernan. 

Este fenómeno siempre se ha denominado en nuestro país “darle la vuelta a la tortilla” o “quítate tú que me pongo yo”. Y es más viejo que el mear.

                                                                              ©Angelo Prey

Hablábamos al inicio, con Patricia, de la revolución moral y social. La revolución moral y social no la hace la gente, la hacen los ciudadanos libres, instruidos, formados, críticos. Y a la cabeza, la clase trabajadora (la que, por cierto, los podemitas salvapatrias no mencionan por ningún lado, debe de ser que no existe o no la conocen). Pero la clase trabajadora la dejaremos para otro día, que tengo que ir a hacer la compra.